Universitat Rovira i Virgili

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Diccionario de historia de la enseñanza del francés en España (siglos XVI-XX)

CISNEROS, DIEGO DE (Valderas, provincia de León, ¿antes de 1590? – ¿Madrid?, ¿después de 1635?)

Gramático, profesor de lenguas y de teología español. Monje carmelita conocido tanto por su nombre religioso (Fray Diego de la Encarnación) como por el secular. Residió un tiempo en la ciudad franco-flamenca de Douai (en el actual departamento francés de Norte) antes de pasar a residir en Madrid. Poco sabemos de sus años de residencia en aquella ciudad que dependía entonces de la corona española. Sólo se tienen noticias de que residió en el convento de los Carmelitas descalzos de la localidad y fue profesor de teología en su universidad, según declara él mismo en la portada de sus libros. La presencia en esa ciudad de una fuerte colonia española, formada por militares, miembros de la administración y comerciantes, hizo probablemente que Fray Diego de la Encarnación decidiera imprimir allí una gramática francesa dirigida a sus compatriotas: De Grammatica Francessa en Hespañol [sic] (Douai, Imprenta de Baltasar Belero, 1624), que iba acompañada de una gramática española. La gramática francesa de Fray Diego de la Encarnación representa la primera publicada para uso de españoles tras la de Baltasar de Sotomayor, aparecida más de medio siglo antes en Alcalá de Henares. No se sabe con exactitud en qué fecha el autor regresó a España, aunque no debió ser después de 1635, ya que ese año reimprime en Madrid, en la Imprenta del Reyno, la gramática francesa que había publicado en Douai y que aparece  ahora con el título algo modificado de Arte de Grammatica Francesa en Español. También se desconoce por qué razón el autor prefirió usar para esta segunda edición  su nombre secular de Diego de Cisneros, aunque algunas fuentes sugieren que para entonces podría haber abandonado su condición de religioso.

Con relación a las publicaciones de Cisneros durante su estancia en Douai, se ha de subrayar que las dos gramáticas que allí publicó (la francesa y la española) son en realidad menos independientes de lo que en principio puede parecer. Probablemente, el hecho de que fueran publicadas al mismo tiempo, más allá de razones y necesidades de mera política editorial, muestra la clara intención de su autor de que la gramática española sirviera de referencia constante al usuario español que se adentra en el estudio de la gramática francesa. Lo que singulariza a Diego de la Encarnación, es que sus dos  gramáticas no aparecen   entremezcladas   y  estudiadas   en   paralelo como solía hacerse en no pocos casos [véase /Corro/], sino que quedan claramente separadas una de la otra. De todas formas,  lo que  llama sobre todo la atención en la gramática francesa del antiguo monje de Douai es su opción por un tipo de manual esencialmente "gramatical", dirigido a un lector que ya posee cierto nivel práctico de francés, sobre todo en lengua oral, y necesita dar un paso adelante y perfeccionar sus conocimientos gramaticales. Como buen conocedor de las lenguas clásicas y de la gramática latina en particular, el autor no concibe el acceso a un verdadero dominio de una lengua más que a través de la gramática, pero es consciente de que sus contemporáneos ya no tienen el latín como referencia obligada y por ello se remite a la lengua materna del usuario, y de ahí probablemente la razón de la publicación simultánea de ambas gramáticas. Diego de Cisneros, que parece ser que fue el primer traductor de Montaigne al castellano, era, como su contemporáneo Juan Ángel de Sumarán, un partidario entusiasta del aprendizaje de las lenguas de otros pueblos, lo que se hace evidente en la dedicatoria que aparece al inicio de su gramática francesa dirigida a Don Baltasar de Zúñiga, embajador de Felipe IV en la corte de Luis XIII.

Juan F. García Bascuñana 

Bibl.: