Universitat Rovira i Virgili

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Diccionario de historia de la enseñanza del francés en España (siglos XVI-XX)

DEPORTE

[véase también /higiene y cuidado del cuerpo/]

En el plan de estudios de 1873  aparece por primera vez la asignatura de gimnasia, bajo el nombre de Gimnasia Higiénica en dos de los cursos de Bachillerato. La clase es alterna y de carácter voluntario. Desde su primera aparición hasta su asentamiento definitivo y obligatorio, esta materia va a sufrir fluctuaciones según los distintos ministros y jefes de Gobierno. Suspendida la ejecución del decreto de 1873 por Emilio Castelar, vuelven a aparecer las prácticas de gimnasia en 1894, con clases diarias en los 4 años de Estudios Generales. En 1898, la gimnasia, de carácter voluntario hasta entonces, se presenta como ineludible. Declara el ministro de fomento que debiendo  atender la educación por igual a todas las facultades "nada más justo que otorgar al desenvolvimiento de las energías corporales el puesto que le corresponde" (citado por Utande Igualada, 1964: 323). La asignatura va unida con la de Fisiología e Higiene y se estudia en dos cursos (1º y 3º). De obligatoria, la gimnasia pasa, en 1899,  a optativa y reservada al alumnado de la especialidad de ciencias. Al año siguiente, nuevo cambio: la gimnasia está presente en todos los cursos, con una clase alterna de una hora, por la tarde, en locales destinados a este efecto. En 1903 se reducen a dos los seis cursos de gimnasia "para no exagerar en ningún sentido las tendencias de la educación", apunta el ministro (ibíd.: 404). A partir de 1926 parece que la asignatura se va asentando con más firmeza: "Todos los alumnos de todos los cursos practicarán diariamente ejercicios de educación física, paseos y juegos deportivos, prefiriéndose los ejercicios rítmicos de conjunto" (ibíd.: 419). Se prevén profesores de gimnasia ayudados por suplentes e interinos. Durante la II República quedan muy mermadas las horas dedicadas a gimnasia hasta reaparecer a partir de 1938. En el Plan de 1957 se dedican 3 horas en todos los cursos (excepto 6º, con 2 horas) a Educación Física y Deporte que comprenderán gimnasia, atletismo, prácticas de deportes, juegos dirigidos. Unidos a las preocupaciones por la higiene y la salud del cuerpo, encontramos en los manuales de francés de esa época ecos de los desvelos por una educación completa -intelectual, pero también física. Las mismas fluctuaciones sobre la importancia dada al ejercicio físico que encontramos en los distintos planes de estudios, las vemos en algunos autores de manual que cuestionan a veces el interés de algunos deportes. La primera referencia extensa a deportes la encontramos en 1915 en un manual de Luis Gogorza. Después de definir la gimnasia como "suite d'exercices propres à développer le corps et à le fortifier" , Gogorza pasa a subrayar los beneficios del ejercicio físico. No sólo se desarrolla el cuerpo haciéndolo más fuerte y vigoroso, sino que también templa el espíritu y el carácter: uno se vuelve más atrevido y puede dar pruebas de sangre fría en circunstancias críticas de la vida tales como en un incendio, una guerra, una inundación. Para el ejercicio físico, no son indispensables los aparatos especiales como trapecios, cuerdas, barras fijas o paralelas. Para los niños, la mejor gimnasia es la que se practica a diario en el patio de recreo, en el campo, en los espacios abiertos al aire libre. A continuación Gogorza cita unos cuantos juegos que los niños pueden practicar: "la course, le saut, les barres, le jeu de paume, le chat perché, le chat coupé, la balle au camp, la balle au chasseur, le volant et les raquettes" (ibíd.). Estos juegos, si se hacen sin mostrarse demasiado bruscos, son excelentes, higiénicos y recreativos. Al mismo tiempo que fortalecen el cuerpo, descansan la mente de las fatigas del estudio. Massé (1921), en una lección titulada Les divertissements, les jeux, les sports, cita más actividades físicas. En los picaderos se puede practicar la equitación, patinar en los skating-ring (sic), y jugar al futbol. Cita también la esgrima para fortalecer el cuerpo y hacerlo más flexible, las excursiones en bicicleta, el montañismo, la caza, la pesca, el remo. Una serie de preguntas al final del texto de lectura (ibíd.) está destinada a que el alumno hable de sus propias experiencias en deportes: ¿Sabéis patinar? ¿Hacéis gimnasia? ¿Para qué sirven la gimnasia y la esgrima? ¿Sabéis remar? ¿Qué preferís, la pesca con caña o la pesca con red? ¿Sois cazadores? ¿Cuál es vuestro deporte preferido?

En un manual de 1941 de Ángel Monreal Pagola se justifican los cuidados dados al cuerpo "associé subalterne" del alma, "temple du Saint-Esprit", "demeure de Jésus-Christ, que nous recevons en nous par la Sainte Communion". Cuidar el cuerpo es, pues, un deber. En la lección 16 titulado La culture physique empieza definiendo el ejercicio físico: movimiento activo de los músculos; y luego explica la conveniencia de este ejercicio: aumenta el apetito, activa la nutrición, proporciona agilidad a los miembros y tonifica el organismo. Hace una distinción entre deportes y gimnasia. Los deportes son ejercicios físicos que se hacen al aire libre, "le jeu de pomme" (sic!), le foot-ball, le tennis», así como los juegos escolares, entre los cuales cita "le saute-mouton, le colin-maillard, le jeu aux barres, le jeu de quilles, le jeu du tonneau". La gimnasia le parece tan importante como el deporte. Se practica con aparatos o sin ellos, con la ventaja, en caso de esta última modalidad, que se puede hacer en cualquier sitio. Comporta ejercicios de flexibilidad que hacen trabajar los músculos. Monreal señala que la gimnasia sueca es mundialmente conocida. En cuanto a la gimnasia con aparatos (anillas, pesos, barras, escaleras y cuerdas), necesita un profesor que dirija los ejercicios graduados. Añade que la caza y la equitación son deportes muy saludables pero reconoce que no están al alcance de todo el mundo. Recomienda para los niños largos paseos en época de vacaciones y la práctica de la natación que puede serles muy útil en su vida. A esta lectura le siguen una traducción inversa y un ejercicio de conversación. Más adelante, en el mismo manual, Monreal Pagola presenta un texto del Doctor Armand Lévy, sacado de Petits entretiens d'hygiène pratique à l'usage des écoles et des familles, publicado por Hachette en 1905.  Dicha lectura ha sido su fuente para redactar la lección 16: con el ejercicio, nuestro esqueleto y nuestros músculos se desarrollan, nuestro pecho se ensancha, la respiración es más amplia y la circulación más activa. Por el contrario, sin ejercicio, nuestros músculos se atrofian y nuestras articulaciones se anquilosan. La respiración y la circulación son deficientes y se resiente el estado general. En su texto, Lévy insiste en que el ejercicio es muy importante sobre todo en la época de crecimiento del niño, pero, como todo, no hay que excederse pues no sería provechoso. Siguen explicaciones sobre gimnasia y deporte. La primera actividad citada por Lévy es el caminar que hay que practicar progresivamente, teniendo en cuenta los cuidados especiales que se deben aportar a los pies y al calzado. La natación le parece un ejercicio excelente ya que utiliza el juego de todos los músculos y que el agua fresca tonifica el cuerpo. Le parece que es un deporte que, a pesar de poder salvar la vida a muchas personas, no se practica suficientemente. El remo, sin exceso, así como la bicicleta son recomendables. Esta lectura de Lévy, destinado a las escuelas francesas, viene a ilustrar lo que Monreal ya explicaba en su lección 16. Esta insistencia en la importancia del ejercicio muestra la preocupación de la época por la formación no sólo intelectual sino física del alumno, respondiendo también a los distintos decretos estableciendo la obligatoriedad de la asignatura. Eliane López Mosnier, en 1957, dedica también una lección al deporte, pero de manera mucho más sucinta. Se titula Le match de foot-ball. La lección empieza con el dibujo de un partido y el texto, debajo del dibujo, presenta el vocabulario adecuado en ocho frases ("le terrain, le filet, le gardien de but, un coup de pied, l'arbitre, le sifflet, marquer un but, la mi-temps...") Siguen algunas preguntas sobre el dibujo y sobre estas frases cortas y para terminar el alumno tiene que hablar sobre su deporte preferido razonando su elección. La lección continúa con gramática, ejercicios de traducción y lecturas que no tienen nada que ver con el deporte. Se supone que la pregunta sobre el deporte preferido dará pie a unos comentarios sobre más deportes, sobre los beneficios que conllevan ya que las ocho frases presentadas debajo del dibujo son muy lacónicas. Más interesantes son los textos presentados por Mirmán Contastín en su manual de tercer ciclo de 1948 y, más que nada, las preguntas orientadas, en el apartado Causons un peu, que hace a sus alumnos sobre la lectura y sobre sus opiniones generales en cuanto a deporte, animándoles a emitir juicios críticos. Después de unos párrafos de Anatole France sobre los juegos en el patio de recreo, encontramos las siguientes preguntas expresadas en francés y a las que los alumnos tienen que contestar en el mismo idioma: ¿Os gustan los juegos y los deportes atléticos? ¿Os parecen útiles a los niños y a los jóvenes? ¿Opináis que estos juegos y deportes deben tener lugar en el colegio, y por qué? Hasta ahora podemos suponer que el alumno contestará un sí entusiasta a las preguntas. Pero vienen las preguntas siguientes que anuncian un replanteamiento del interés de los deportes: ¿No teméis que hagan perder el tiempo a los estudiantes o que los cansen en vez de descansarlos? Mirmán Contastín subraya que en algunos colegios y universidades se dedica todo el tiempo a los estudios, sin posibilidad de practicar algún deporte y añade que en otras partes, se dedica gran parte del curso a entrenarse para partidos. ¿Qué es lo más apropiado? Luego pregunta a sus alumnos si todos los juegos y deportes les parecen igualmente buenos, o si algunos son más recomendables que otros. Sigue una pregunta sobre los deportes y juegos atléticos practicados en el mismo colegio: qué críticas se  les puede hacer y qué reformas los mejorarían. En la última pregunta: ¿Qué pensáis de los partidos entre diferentes colegios? ¿No creéis que tiendan a dar más importancia a los deportes que a los estudios?, se ve claramente la postura reticente de Mirmán (1948). Lo mismo pasa con el Causons un peu que aparece tras un texto de Pierre Loti sobre la pelota vasca. Mirmán pregunta qué deportes conoce el alumno, los que más le gustan de verano o de invierno, en qué consisten y cuál es el placer que aportan y, en seguida pide al alumno que razone si no existen deportes peligrosos y si el peligro añade algo al placer o no. Por si el alumno no ve de qué deportes se puede tratar, Mirmán le orienta: ¿No opináis que el futbol y el boxeo son juegos brutales y salvajes? Aquí se supone que debe seguir una discusión muy acalorada. Luego Mirmán pregunta por el efecto de la práctica de los deportes sobre la salud -práctica moderada y práctica exagerada- y sobre la disposición moral y el carácter de los individuos.  La última pregunta consiste a imaginar un diálogo entre un/una joven que no practica ningún deporte y el mismo alumno que le mostrará los inconvenientes de una juventud sin ejercicio físico y las ventajas de una cultura física moderada (Mirmán Contastín 1948). Así pues queda reflejado el interés por el deporte en el manual de francés, con valoración distinta según los autores y de manera menos sistemática que la preocupación por la higiene y los cuidados del cuerpo.

Denise Fischer Hubert

Bibl.: